Hormigón y vino, la combinación ganadora
Cada vez, con mayor frecuencia leemos sobre las múltiples ventajas del uso del hormigón en la producción de vino. Por ello, no es de sorprender que los depósitos de hormigón estén ganando adeptos en el mundo del vino. En Sonoma by SAS estas cualidades las potenciamos con nuestros distintos formatos de depósitos, los que fabricamos con un sistema único de doble capa.
Pero primero, ¿qué valor y propiedades aporta el hormigón o cemento en la fabricación de los depósitos?
El hormigón permite que cada variedad de uva sea la protagonista, al conservar los aromas del lugar de donde proviene, aportando autentici- dad y tipicidad. La pureza de este material hace que los vinos se mantengan puros, íntegros y enteros, donde la personalidad única del vino cobra su mayor relevancia, y sin añadirle aromas que puedan distorsionar su color original.
El cemento es un material que tiene muchas ventajas frente a otras opciones, como el acero. Al ser neutro y poroso, con gran inercia térmica, resistente y duradero es un material que, utilizado como contenedor de vino, se convierte en un material perfecto tanto para fermentar como para realizar la crianza de vinos. Y además su inercia térmica le ayuda a mantener la estabilidad del vino y evitar cambios de temperatura bruscos (y sus consecuentes gastos de climatización).
El hormigón es poco sensible a las oscilaciones de temperatura. Eso evita los picos que se suelen observar en el acero inoxidable, y otorga una mayor estabilidad en los procesos de fermentación y crianza, traduciéndose así también en un ahorro económico para el bodeguero.
Aunque la madera sigue siendo el material más utilizado, el hormigón ha encontrado su lugar dentro de las bodegas, sobre todo para las microvinificaciones. Con su uso se evita el efecto aromático que suele aportar la madera sobre el vino, manteniendo un sabor más puro, y sobre todo respetando la tipicidad del terroir.
¿Y qué ventajas aporta la porosidad del hormigón en los depósitos?
Gracias a la microporosidad del hormigón, durante la fermentación se favorece la actividad de las levaduras; en crianza, no deja residuos e intensifica y estabiliza el color; y ya en boca, realza las sensaciones. Por ello, el hormigón es el material más idóneo para elaborar vinos de gran calidad, untuosos y complejos, en los que se destaque el sabor del suelo en el que se ha criado y la uva que le ha dado origen.
Distintos formatos para aportar lo mejor a las micro vinificaciones
Dado al creciente interés entre enólogos y bodegueros por los beneficios que otorga el hormigón a los depósitos, en Sonoma by SAS hemos desarrollado distintos modelos de depósitos de hormigón para vino. Cada uno de ellos con capacidades diferentes que van desde los 9 hl hasta los 54 hl, adaptándolos así a las ten- dencias del mercado, y siempre enfocados a microvinificaciones o pequeñas parcelas.
Además, hoy en día somos los únicos en el mercado que hemos desarrollado una forma ovoide de gran escala. El SuperEgg de 38 hectolitros es un formato exclusivo, que tiene todas las ventajas de nuestro Egg (18 hl) con un formato más grande que los habituales depósitos de hormigón. Su geometría aporta ventajas en la vinificación de tintos y blancos.
Esto se debe a que la libre circulación del vino mantiene las lías en suspensión, evita la oxidación, reduce las operaciones de bâtonnage y ahorra tiempo de trabajo en bodega. Es un depósito que se puede utilizar tanto para fermentación como para crianza y que en ambos formatos destaca por el movimiento continuo que genera.
Nuestro SuperEgg es la última novedad de Sonoma by SAS para este 2022, y está enfocado a bodegas que no quieren renunciar a las ventajas de las formas ovoides, pero que a la vez requieren de una mayor capacidad.
¿Y cómo se fabrica este SuperEgg y todos los depósitos de hormigón de Sonoma by SAS?
Nuestros depósitos cuentan con una estructura de doble capa realizada en hormigón con un espesor de 100 mm. Esta bicapa tiene una capa externa, de unos 20 o 30 mm, realizada con hormigón y GRC (Glass reinforced concrete o hormigón reforzado con fibras de vidrio) que da estructura al depósito. Actúa como armadura del depósito de hormigón impidiendo posibles fracturas a la capa interna.
Durante su proceso de fabricación se añade el color en la masa en esta capa externa. Trabajar así asegura un color homogéneo, con presencia, que pertenece al hormigón, y no parece un simple añadido al depósito. Además, al trabajarlo de este modo da como resultado un color duradero que no se tendrá que retocar año tras año pintándolo.
La parte interior de nuestros depósitos es la que está en contacto directo con el vino, por lo que está compuesta solamente por hormigón, sin ningún producto químico ni aditivo añadido. Además, se fabrica con un acabado súper liso que permite una limpieza más cómoda del depósito, independientemente del modelo elegido. Este sistema de fabricación de doble capa de Sonoma by SAS asegura una gran calidad y durabilidad que nos permite ofrecer una garantía de 10 años contra grietas y fisuras en cualquier de nuestros modelos.
Es evidente que el uso del hormigón en bodegas cada vez más va en aumento, ya que dota a todo vino, ya sea blanco, rosado o tinto, de unas características organolépticas únicas y diferentes. Sus cualidades, bondades, resistencia y variedad de formatos lo hacen el material perfec to para cualquier bodega.